El coctél Herradura x AQMS
ENTRADA
Rollitos de pato con salsa de mango habanero y Jamaica
FUERTE
Pulpo al grill
POSTRE
Crujiente de manzana y canela
COCTEL
Yus Herradura
El bar
La chef Justine Rudoy descubrió su pasión por los sabores durante su infancia, al observar a su abuela materna preparar deliciosas recetas de cocina tradicional mexicana y al disfrutar de las parrillas rústicas en casa de su abuelo argentino. Inspirada por ambos, aprendió a apreciar la diversidad gastronómica desde temprana edad.
Su lema, “el arte de cocinar es llevar felicidad del fuego a la mesa”, refleja su propuesta en ZU.ZU, un lugar donde da vida a su amor por los fogones, la cocina de campo, los asados y la tradición.
Han sido este tipo de pasiones lo que la llevaron a estudiar Gastronomía y Artes Culinarias en el Centro de Estudios Superiores San Ángel (CESSA). Además, se especializó en las cocinas tradicionales de México, Francia y Oriente.
En el mundo de los postres también obtuvo una especialización en pastelería y repostería profesional, por lo que hoy se ha ganado la reputación de ser una maestra en la creación de estas dulces delicias.
Durante su carrera, Justine ha dejado una huella significativa en la escena culinaria, pues ha trabajado en lugares como Marché Dumas, donde contribuyó a la reconstrucción de la propuesta gastronómica y tuvo la oportunidad de conocer a Andrés Urquiza, con quien más tarde montaría ZU.ZU, un proyecto que fusiona sus visiones culinarias y experiencias únicas.
Antes de Marché Dumas, Justine adquirió experiencia trabajando con reconocidos chefs internacionales, con quienes exploró la parte administrativa de la cocina, un aspecto que siempre le ha parecido tan interesante como la cocina en sí.
Este interés la ha llevado a desempeñarse como jefa de alimentos y gerente de alimentos y bebidas en varias barras de café, también contribuyó creando cartas de restaurantes, incluyendo algunas para amigos que se aventuraron con sus propias propuestas.
Su enfoque culinario, sin complicaciones pero con un profundo respeto por el ingrediente, destaca por su autenticidad y conexión con la esencia de la cocina casera. Su propuesta no es sólo una amalgama de ingredientes, también es una narrativa que se desarrolla en cada plato y que posee una mezcla armoniosa de productos locales con sabores especiados, toques de madera y hierbas frescas.
El bartender
JUSTINE RUDOY
La chef Justine Rudoy descubrió su pasión por los sabores durante su infancia, al observar a su abuela materna preparar deliciosas recetas de cocina tradicional mexicana y al disfrutar de las parrillas rústicas en casa de su abuelo argentino. Inspirada por ambos, aprendió a apreciar la diversidad gastronómica desde temprana edad.
Su lema, “el arte de cocinar es llevar felicidad del fuego a la mesa”, refleja su propuesta en ZU.ZU, un lugar donde da vida a su amor por los fogones, la cocina de campo, los asados y la tradición.
Han sido este tipo de pasiones lo que la llevaron a estudiar Gastronomía y Artes Culinarias en el Centro de Estudios Superiores San Ángel (CESSA). Además, se especializó en las cocinas tradicionales de México, Francia y Oriente.
En el mundo de los postres también obtuvo una especialización en pastelería y repostería profesional, por lo que hoy se ha ganado la reputación de ser una maestra en la creación de estas dulces delicias.
Durante su carrera, Justine ha dejado una huella significativa en la escena culinaria, pues ha trabajado en lugares como Marché Dumas, donde contribuyó a la reconstrucción de la propuesta gastronómica y tuvo la oportunidad de conocer a Andrés Urquiza, con quien más tarde montaría ZU.ZU, un proyecto que fusiona sus visiones culinarias y experiencias únicas.
Antes de Marché Dumas, Justine adquirió experiencia trabajando con reconocidos chefs internacionales, con quienes exploró la parte administrativa de la cocina, un aspecto que siempre le ha parecido tan interesante como la cocina en sí.
Este interés la ha llevado a desempeñarse como jefa de alimentos y gerente de alimentos y bebidas en varias barras de café, también contribuyó creando cartas de restaurantes, incluyendo algunas para amigos que se aventuraron con sus propias propuestas.
Su enfoque culinario, sin complicaciones pero con un profundo respeto por el ingrediente, destaca por su autenticidad y conexión con la esencia de la cocina casera. Su propuesta no es sólo una amalgama de ingredientes, también es una narrativa que se desarrolla en cada plato y que posee una mezcla armoniosa de productos locales con sabores especiados, toques de madera y hierbas frescas.